NÚMEROS MAESTROS O CAPITALES
¿Por qué hemos decidido incluir todo un apartado sobre
estos números? La respuesta se encuentra en el momento
planetario que estamos viviendo y en la importancia de que
quienes posean estas numerologías aporten su trabajo
voluntario hacia el bien común.
Los números maestros o capitales son octavas elevadas de
la escala básica (1-9) y por lo tanto ejercen su influencia en
grupos más amplios y hacia fines más generales.
Sacrificio vs Retribución


Cuando se tiene un número maestro en alguna área de
nuestra numerología no significa que se deban abandonar
las características personales, para enfatizar las planetarias.
Por el contrario, lo que estos números nos exigen es un
doble trabajo, primero con uno mismo y luego para con los
demás. No es que debas sacrificar tu vida por el bien de otros, sino que has sido convocado (o has aceptado antes
de encarnar) para una misión global en la cual una parte de ti retribuirá de alguna manera: puede ser por medio
de tu trabajo material, de la publicación de artículos, dando terapia, etcétera.
En general se entiende que estas personas poseen un don (un conocimiento extra) que deben compartir con los
demás y que además han sido entrenados para hacerlo.
No se refiere a que debes abandonarlo todo e ir a predicar amor y paz por el mundo, esa época ya pasó. Los
mesianismos ya no están dentro de la configuración acuariana de esta nueva era. Lo que hagas será desde ti y
para ti, pero siempre pensando en los demás. ¿Cómo es esto posible? Teniendo como eje de vida una palabra
muy poco utilizada: congruencia. Esta es la clave para lograr la maestría en estos números dobles ya que nos
lleva a desarrollar las conciencia personal y colectiva

¿Qué pasa si no lo trabajo?
No pasa nada. No es que te vaya a ir mal o algo te vaya a castigar, simplemente no pasará nada, pero si entendemos
que esta persona forma parte de un equipo, entonces el equipo no funcionará correctamente, no alcanzará a
cumplir sus objetivos o deberá buscar a alguien más con características semejantes. En todo caso, lo peor que
puede pasar a nivel personal es que al llegar la etapa de madurez en su vida se sienta frustrada o impotente ante
ciertas situaciones que la rodearán. A nivel planetario, el trabajo se retrasará si no llegan refuerzos suficientes
para esta tarea, es por eso que pongo tanto énfasis en que en este momento se acepten los números capitales.
¿Cómo debo trabajarlo?

Primero que nada tómalo con calma. Ser beneficiado con un número maestro es una bendición y siempre debe
llenarnos de alegría el saber que hemos sido escogidos para una misión importante. Después de todo, no nos
habrían elegido si no estuviéramos preparados para llevarla a buen fin.
Trabajar con estos números requiere paciencia y madurez, compromiso, disciplina y determinación. No se llega
a ser un 11 o un 22 holgazaneando, sin tener disposición para hacer cambios, con miedo o sufriendo por todo.

También ten en cuenta que una gran responsabilidad exige a veces una gran presión de nuestra parte por tratar de
dar siempre lo mejor, por demostrar que somos dignos de este regalo. Normalmente estas personas son almas
viejas, como comúnmente les llamamos a los espíritus que tienen muchas ruedas encarnando o que tienen un
canal de información muy grande, y por ello algunos tienen en mente la idea de que morirán jóvenes y que no les
alcanzará el tiempo para cumplir con lo que vinieron a hacer. Eso le añade mucha presión a su trabajo y los pone
en una situación de angustia o irritabilidad que deben evitar a toda costa.
Lo más importante es que comprendas perfectamente el significado o la guía de vida que te da tu configuración
numerológica maestra y general para con ello entender tu carácter y la forma en que lo expresas y manifiestas.
Más allá de eso, es muy importante que desarrollen técnicas de claridad y paz mental para que la presión a la que
estarán sometidos no los lleve a develar las características negativas o destructivas de su número.

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